Busque la sección en la que se unen los dos extremos de la pulsera. Aquí es donde se encuentra el cierre magnético. Una vez localizado, utiliza el pulgar y el índice para deslizar y separar suavemente los dos extremos en direcciones opuestas. Como el cierre es magnético, debería soltarse fácilmente sin necesidad de hacer mucha fuerza. Tenga cuidado de no tirar demasiado fuerte para no dañar la pulsera.